sábado, 4 de octubre de 2008

Casi me libro de la 4ª sesión de quimioterapia

El jueves estuvieron a puntito de no envenenarme. Llegué a la clínica moqueando a más no poder y con bastante dolor de garganta. La enfermera me caló enseguida, lo cual no era muy difícil porque llevaba la nariz como un tomate en sazón, y me dijo que a lo mejor tendríamos que dejarlo para otro día. Me sentí como cuando me aplazaban un examen importante para el que había estudiado mucho, aunque no lo suficiente: al alivio inicial se unía el pensar que después sería peor, que de todas formas tendría que volver a repasar y seguiría estando insegura.

La analítica lo iba a decidir todo. Esta vez me pincharon en la mano (van variando para no castigarme demasiado una misma vena y que haya que recurrir al portacat) y cuando vino la doctora, al segundo interrogatorio del día, después del que fui sometida por la enfermera (siempre es igual, pero en este caso no hay poli bueno y poli malo; aquí los dos polis son un cielo), me dijo que había que esperar al resultado de la analítica.

Cuando llegó, me confirmaron que podían ponerme la quimioterapia porque lo que tenía era vírico. Estuvimos comentando los otros resultados: tengo el hematocrito a 30 y, además, ya tengo anemia; mejor dicho, por primera vez en mi vida tengo anemia. Por ello la doctora se interesó mucho por cómo me encontraba de cansada y le dije la verdad: que lo estaba, pero que lo achacaba más al trajín del traslado y al inicio de las clases, que me impiden disfrutar de mis diez (o cien, dependiendo del caso) minutitos de siesta diarios. En este ciclo no, pero en el que me pondrán en tres semanas, ya está anotado el EPO en mi protocolo. Por fin podré ser deportista de élite; me iba a decantar por el ciclismo pero, en vista de que todavía no tengo mampara en la ducha de mi nueva casa y de que mi baño se convierte en una piscina olímpica cada vez que me aseo, quizás me decida finalmente por la natación sincronizada y sus bañadores de lucecitas.

El resto de la tarde y de la noche transcurrieron sin novedades (un ligero mareíllo, una náusea soportable…) y por la mañana, al despertar, ¡milagro! ¡Ni rastro del resfriado que me había hecho gastar, literalmente, tres paquetes de pañuelos de papel el día anterior! Fue tan radical que mi padre que, pobrecito, tiene un catarro cogido al pecho que asusta, dijo “voy a ir a que me pongan a mí también quimioterapia, a ver si me curo”. O la quimio ha matado al virus o los otros síntomas se han superpuesto y lo tapan.

Ayer pasé un día aceptable, sobre todo porque quedé con la doctora en que el Granocyte –las inyecciones para regenerar la médula ósea que me gustan tan poco y que me sientan tan mal que ya circula una frase hecha por mi casa: “la quimio me mata, pero el Granocyte me remata”- me lo pondría por la noche, justo antes de ir a dormir y, después, me tomaría un somnífero. Ha sido mano de santo: he dormido del tirón, desde las 11 hasta las 7:30, cuando un mosquito, que no se ha enterado de que ya no es verano, se ha puesto a zumbar en mi oído y me ha despertado.

Hay algo que tengo que decir: soy una farmacia ambulante; tomo tantas medicinas cada día que, si me hacen un test de sangre en un control policial, rompo la máquina. Empiezo el día con la pastilla para controlar mi hipotiroidismo (esa es fija desde hace doce años), continúo con la que tomo para no vomitar, Emend; después le sigue un Gelocatil de 1 mg, que la doctora ha dejado pautado cada 8 horas me duela algo o no; ya de noche llega mi favorito, el Granocyte, y la pastilla para dormir. A todo esto, si tengo náuseas más fuertes, me puedo tomar un Primperan antes de comer y de cenar y un Almax si me sube mucha acidez. ¿Qué, no es como para montar una farmacia?

Ahora, sábado por la mañana, no me encuentro demasiado mal. Estoy esperando el golpe fuerte, que sé que llegará esta tarde o mañana, pero ya será el antepenúltimo. Ya estoy en el tiempo de descuento: 3, 2, 1…

19 comentarios:

Santy López dijo...

Un besazo.
http://santylopez.blogspot.com

xisca pascual dijo...

Hola Toñi!al fín me enteré de como comunicarme contigo por aqui,pero sigo tu blog,lo primero que hice cuando volví de Valenci fué entrar en tu blog.Eres única y te hemos hechado de menos en teatro pero estás en la lista osea que te esperamos.Me alegro que esta vez te sea un poco más leve.Y vendré a verte en los campeonetos de sincro.Un beso muy grande.

Anónimo dijo...

ummmmmmmm sincronizada! La verdad es que puede ser tu gran oportunidad, ahora que la Mengual lo deja... Tienes que estar ideal con el bañador de lucecitas y ese gorro de piscina con trencitas. Allí estaremos con la pancarta en la mano y los pompones si hace falta.
Bueno wapa, espero que esta vez no llegue el golpe fuerte, cinco besos bilbainos.

Esther

Anónimo dijo...

¡Hola!

Me alegro de que el tratamiento vaya acabando y que sigas con el mismo buen humor de siempre. Pero lo de la natación sincronizada no me convence mucho... Entre los entrenamientos, las competiciones y los J.J.O.O. no te quedaría tiempo ni para leer tus novelas de Guelbenzu ni para ir al teatro. Por eso te recomiendo que te lo pienses bien...

Antes de volver a Granada, estuve en el Instituto y se me hizo muy raro entrar en el departamento y que no estuvieras; la verdad es que seguro que se te echa en falta por esos pasillos.

Por cierto, ¡acabo este año! (si todo va como espero). Así que ya estás cogiendo fuerzas, porque seguramente haga el C.A.P. el año que viene allí y quiero ver a la Toñi que hacía temblar a los alumnos cada vez que escuchaban sus taconeos acercarse. Jejeje. Es broma, sabes que la mayoría de alumnos y ex alumnos te apreciamos mucho. De todas formas espero que la próxima vez que me pase por el Instituto estés y podamos charlar un ratito.

Muchos besos y cuídate.

Mª Carmen Palma

angels blog dijo...

Hola Antonia,
No nos conocemos, pero he estado leyendo tu blog.
De momento he leido "Un poco de historia", que suerte que no es muy larga, porque la he tenido que ir buscando.
No sé si has creado este blog a nivel familiar, pero entendí que es "abierto", ya que lo he visto en la web de la AECC.
En cualquier caso, te quiero felicitar, ya que me ha gustado mucho y sirve, no para minimizar, pero si para tratar con naturalidad y normalidad un problema que a muchas nos viene de nuevo.
Si no te importa, te seguiré leyendo. Me he sentido muy identificada, con las autorizaciones de las mútuas, con el ir para arriba y abajo, aunque también te he de decir, que no toda la sanidad privada funciona igual, a mí igual me han dirigido un poco más que a tí, y no he tenido que investigar ni buscar especialistas, mi médico me ha indicado siempre los centros a los que el quería que acudiera y que además estaban cubiertos por mi mútua.
Como todo mi proceso ha empezado en agosto, voy un poco por detrás de tí.
En fín, repito, felicidades. Tal como lo veo, y con la facilidad que tienes para escribirlo, de aquí te sale un libro ¿no?
Un saludo,
Angels Rodríguez. Barcelona.

Anónimo dijo...

Hola Toñi!¿cómo estas?bueno la vedad es que he seguido leyendo tu blog y me he "enganchado" ahora no puedo parar hasta terminar de leerlo todo...por lo que he leído hasta ahora, yo creo que tienes para escribir un libro...
Me alegro muchísimo que sigas tan animada y tan fuerte,¡enhorabuena por eso!
Gracias por seguir ofreciendome tu ayuda,seguro que un día de estos vengo para visitarte.
Bueno,en cuanto a mis estudios, lo más pesado es ir y volver cada día!!!pero sopongo que ya me acustumbraré... en clase, por ahora todo suena bien,pero bueno ya veremos cómo sigue esto.
muchos besos

María Antonia Valdivielso dijo...

Xisca,

¡Cómo os he echado de menos todo el verano! ¡Y qué ganas tengo de empezar con el teatro otra vez! Tenéis que informarme sobre los profesores de este año y sobre los horarios, porque de momento voy a tenerme que saltarme la clase de expresión corporal. Hay que ver: antes me saltaba algunas clases de Mona y ahora daría algo por poder seguirlas todas con normalidad.

Si todo va como tiene que ir, el sábado nos veremos y ya os informaré de mis avances en la piscina olímpica.

Un abrazo, guapetona.

María Antonia Valdivielso dijo...

Prima,

¿A que sí que es total el gorro de trencitas? Lo de las de la sincro sí es glamour, y no lo de la Preysler. No lo acababa de tener claro, pero por veros a todos con los pompones, definitivamente me decido por practicar cualquier deporte de élite.

Ayer me dio un golpetazo espectacular (peor que nunca). Hoy ya empiezo a estar mejor (se nota en que tengo ánimos para mirar el blog y en que estoy escribiendo). Ya me queda menos, y me tengo que reponer pronto para estar estupenda para tu boda.

Un beso para los cinco (uno para cada uno, no vamos a ser tacañas ahora).

María Antonia Valdivielso dijo...

Mari Carmen,

Estoy acreditada como tutora del CAP desde el año pasado, así que te estoy esperando. ¡Me hace muchísima ilusión! Hasta te dejaré elegir tema y todo...

Yo creo que voy a poder sacar tiempo para preparar las Olímpiadas, el teatro y la lectura. Además, ya habrás leído que mis tíos y mis primos van a ir con pompones, así que sólo por eso vale la pena entrenarse ocho horas diarias.

Mira qué cosas: últimamente ni llevo tacones. Me han salido unas ampollas espantosas en los pies, incluso con sandalias planas, de las que estoy cansada de llevar. Cuando vuelva al instituto, si todavía no estoy repuesta del todo, despistaré a los alumnos, que no me oirán llegar. A ver si así pongo alguna amonestación, que últimamente pasaba todo el curso y ni me estrenaba.

Disfruta mucho de tu último año de universitaria y de Granada, pero... ¡cuidado con la botellona! Un abrazo.

María Antonia Valdivielso dijo...

Àngels,

Antes que nada, te quiero enviar muchísimos ánimos y muchísima fuerza. No sé qué decirte que te ayude a sobrellevar el golpe, porque todo suena a tópico. Lo que sí te quiero decir es que si tienes alguna duda o si me quieres decir algo, o si quieres hablar de lo que sea, aquí estoy. Obviamente, el blog está abierto a todo el mundo y me gusta especialmente que otras mujeres que estén pasando por un cáncer entren.

Tienes razón: no quiero minimizar una enfermedad que es durísima; sólo quiero dar testimonio de que se puede vivir con cierta normalidad y de que, durante bastantes días, una puede hacer lo que le apetezca y el cuerpo le permita. A mí me ha permitido hacer bastantes cosas hasta ahora (incluida una mudanza, que no es poco); no sé cómo me manejaré a partir de este momento con la anemia, pero tampoco se trata de ponerse metas para el día de mañana: se hace lo que se puede, y siempre con ayuda de otros, y punto.

Hay que ir buscando el "Un poco de historia", lo sé. No tenía ganas de remontarme al principio y no contar lo de hoy, porque acabaría siendo historia también: de ahí que vaya alternando. Cuando escriba lo último que me queda lo reordenaré todo y será más fácil de leer.

Me gustaría que fueras entrando y me contaras qué tal. Ya somos unas cuantas (Isabel, Lola...) y me gusta pensar que estamos formando una pequeña comunidad que se ayuda. Cuídate mucho y, sobre todo, déjate cuidar. Un abrazo muy, muy fuerte.

María Antonia Valdivielso dijo...

Bouchra,

No sé si eres consciente de ello, pero eres un ejemplo para muchas chicas. Me gustaría que no te desanimaras, aunque sé que será muy cansado para ti ayudar en casa, estudiar, ir a Palma cada día... Tienes una enorme capacidad de trabajo y muchas ganas de superación, y eso es lo que más te va a ayudar en tu vida universitaria.

No debería pedirte esto (sobre todo después de decirte que estás muy ocupada), pero prométeme que cuando esté un poco más repuesta me harás un pan de esos que sabes que me gustan tanto. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Otro dia que ha pasado,con su ratito malo ,pero ya queda menos .Lo del bacalao sigue en pie .El oto dia supongo que me pondrias un suspenso pero ya sabes esto de las teclas y lo poco que escribo lo pasaremos por alto ¿no?.muchos besos para todos

Anónimo dijo...

Hola Toñi,¿qué tal estas?en primer lugar gracias por todo.intentaré no desanimarme nunca porque sé que esta es la única oportunidad que tengo para cumplir mi sueño de ser abogada...
Siempre me puedes pedir lo que quieras y cuando quieras...eso no lo dudes nuna.Porsupuesto que sí, te prometo que te prepararé el pan,bueno no solo uno, todos los que tu quieras.
Muchísimos beso,Toñi.

Pepe dijo...

Que lujo de ex-alumnos, se nota que han tenido una buena profesora.

Anónimo dijo...

Hola Toñi,
Tenía mono de blog, estamos en fiestas y no paro en casa, aunque no te lo creas acabo de llegar y estaba deseando abrir tu blog y como siempre me he vuelto a reir. Con tu permiso quiero animar a Angels de Barcelona y decirle que de todo esto se sale y que te siga leyendo que es realmente gratificante. Isabel y yo nos conocimos el Jueves pasado, a ver si pronto podemos hacer lo mismo contigo.

Un beso muy fuerte y por favor añade a tu lista de farmacia algún protector de estómago porque a este ritmo la quimio es un caramelo si lo comparas con el coctel "molotov" que te estás tomando.(no se sí se escribe así , lo entrecomillo porque tus alumnos y ex-alumnos me han hecho tenerte miedo ortográfico.)

Lola P.



Lola

María Antonia Valdivielso dijo...

Tía,

Sé que eres tú por lo del bacalao. ¡Me gusta tanto que me dejes mensajes que ni me doy cuenta de la ortografía! Me han dicho que los cinco triunfasteis en la boda... ¡si es que no se puede ser tan guapos! Un beso grande.

María Antonia Valdivielso dijo...

Bouchra,

Te tomo la palabra. Me pierde la comida marroquí, especialmente el pan. Sé que no me conviene para la línea, pero reivindico la línea curva, que también es línea. Un abrazo.

María Antonia Valdivielso dijo...

Pepe,

Desgraciadamente, no es mérito mío. He tenido, y tengo, un lujazo de alumnos. Algunos, por cierto, los hemos compartido en buena armonía. Pensé que nunca diría esto: ¡los echo de menos! ¡Y a los profes también! Echo de menos hasta los equipos educativos y las reuniones de tutores, que ya es decir. ¡Quiero encontrarme bien y volver a trabajar ya!

María Antonia Valdivielso dijo...

Lola,

Eres un cielo (y tu ortografía es impecable: con tanta insistencia empiezo a pensar que soy un poco tiquismiquis, qué se le va a hacer) y me anima ver que estás como para salir de fiesta. Ahora tengo tal bajón físico que me parece imposible volver estar bien alguna vez. Sé que me recuperaré (y pronto, por lo cabezona que soy), pero me parece un sueño poder volver algún día al gimnasio.

Tienes razón con lo del protector de estómago: tendría que empezar a tomarlo, aunque sólo de pensar ahora en otro medicamento se me cierra todo. No sé si a ti te pasaba, pero yo huelo a medicamento hasta siete días después de la quimio, y con lo sensible que una está a los olores yo misma me doy hasta manía.

Leerte me da muchísima fuerza y confianza. Un beso grande, grande.